Una de cada 7 mujeres sufre de una condición emocional durante el embarazo y el posparto, aproximadamente 400,000 mujeres al año en Estados Unidos solamente, y millones alrededor del mundo. Para estas mujeres, el día de las madres es solo un recordatorio de lo diferente que ha sido para ellas este proceso que la cultura nos presenta como “la etapa más feliz en la vida de la mujer”. Quisiera invitar al lector/a retar la imagen que nos presentan los medios con este día festivo. Aquella imagen de la mujer guapa, arreglada, dulce y feliz. A la madre de semblante radiante, con su bebé saludable en brazos y su vestimenta implacable. La imagen de “la madre perfecta”.
La realidad es que un número sustancial de mujeres y familias viven una experiencia diferente durante la maternidad. Un 15 % de las mujeres que se enteran que están embarazadas pasan por la experiencia de un aborto espontáneo. Una de cada 160 de las mujeres embarazadas no logran conocer a su bebé porque muere antes de nacer. Y un 20% de las mujeres que dan a luz sufren un trastorno emocional durante el primer año posparto. La gran mayoría de estas mujeres sufren en silencio. Las madres que desarrollan un trastorno emocional posparto se aíslan, se sienten incapaz de cuidar a su bebe, se sienten que no son buenas madres, se sienten que no son queridas ni apreciadas, que no logran ser como las demás. Están agotadas pero no pueden descansar. La ansiedad que producen los sentimientos de culpa y de inadecuacidad relacionadas al cuidado del bebé las paralizan. Tienden a compararse con modelos fabricados que glorifican la maternidad y minimizan las demandas de ser madre. La expectativa de ser la “súper mamá” les abruma y sienten vergüenza y confusión ante su nuevo rol.
La realidad que viven las mujeres afectadas por un trastorno emocional durante el embarazo y posparto es una que desafortunadamente todavía no se discute abiertamente. Los sentimientos de culpa que experimentan las madres al compararse con las expectativas inalcanzables y culturalmente impuestas de la “mamá perfecta” pueden ser devastadores. Por esto, En este día de las Madres quiero hacer honor a las mujeres que han roto la conspiración del silencio que rodea la salud mental en la etapa de la maternidad.
A las madres que logran entender que no tienen que vivir solas esa experiencia y que se atreven pedir ayuda. A las madres que a pesar de su malestar logran mantener su cabeza en alto y continuar perseverando en esta difícil tarea.
En este mes de mayo, donde tantas festejan con alegría su maternidad, hagamos un detente y recordemos a las madres que este año no celebraran el día con su retoño en brazos. A las madres para la que la maternidad no fue lo que imaginaban. Para las que el embarazo, el parto y el posparto han sido el mayor de sus retos pero, tienen la fortaleza de buscar ayuda. A las madres que reconocen que no tienen que sufrir en silencio. A estas madres quiero felicitar por su valentía y coraje al enfrentar la maternidad de la que nadie les hablo, la que no esperaban. A ellas quiero homenajear.