“¡De que callada manera
se me adentra usted sonriendo,
como si fuera la primavera !
¡Yo, muriendo!” Nicolás Guillen
La mujer con depresión posparto sufre de la mayor disonancia entre el mundo externo y el interno. Mientras todos a su alrededor celebran con gran alegría, ella no siente esa felicidad. Procesa, quizás, el porque de la alegría de los demás: la llegada del tan esperado bebe, su salud, su belleza, su perfección.
Sin embargo, a nivel emocional, la madre que sufre de depresión posparto siente un vacío en su corazón, una tristeza en el alma que nubla la bendición externa.
Peor aun esa tristeza, en la mayoría de las ocasiones, la conoce solo ella. Es una tristeza mezclada con desilusión y culpa que siente no debe y no puede compartir.
Como bien dice el poema de Guillen “como si fuera la primavera… y yo muriendo”. Es primavera para lo demás mientras pudiera ser el mas largo y triste invierno para la madre con depresión.
Esa primera sonrisa del bebe que tantos comentan como el bebe siendo rodeado por Ángeles es uno de los momentos de mayor emoción para una madre que no sufre de depresión posparto. Para la madre en depresión esta sonrisa es solo el recuerdo de su tristeza y refuerza la desconexión que muchas sienten con su bebé.
Es importante informar a las madres que de sentirse en depresión no se aíslen y busquen ayuda. Es con apoyo que podrán sentirse mejor, menos culpable y lograran disfrutar de esa etapa maravillosa de la creación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario