Bienvenida

Este es un un espacio para expresar y compartir todo lo relacionado a la experiencia de la maternidad y la etapa posparto. Te invito a comentar y/o preguntar lo que intereses sobre este maravilloso y transformador proceso. 
"Estamos embarazadas por 9 meses y posparto... toda la vida." Robin Lim

miércoles, 4 de noviembre de 2015

CERNIMIENTO UNIVERSAL

Yo apoyo el cernimiento universal. Esto es, que a toda mujer en etapa de gestación y posparto se le administre una prueba de cernimiento para conocer sobre su bienestar emocional y se le refiera a un profesional especializado en la salud mental perinatal si así lo amerita.

¿Por qué?

Durante el periodo posparto la mujer presenta doble riesgo de padecer un trastorno emocional que en cualquier otra etapa de su vida.
o   Se estima que 1 de cada 7 mujeres sufre de un trastorno emocional durante la etapa perinatal.
o   Hasta el 20% de las mujeres con depresión posparto (DPP) reportan ideación suicida, dos tercios experimentan síntomas comorbidos de ansiedad y más de 1 de cada 5 tiene un trastorno bipolar.
o   La DPP afecta de manera desproporcional a las mujeres de bajo recursos económicos.
o   Mujeres con historial de abuso de alcohol, depresión o un historial familiar de depresión estan en un mayor riesgo de sufrir de depresión en la etapa perinatal.

Los trastornos afectivos y de ansiedad perinatal no tratados han sido asociados a diversas complicaciones durante el embarazo como lo son:
o   aumento de visitas médicas ,
o   pobre cuidado prenatal,
o   mayor participación de conducta de alto riesgo como el consumo de alcohol y drogas,
o   pobre nutrición,
o   mayor incidencia de diabetes gestacional,
o   síntomas de parto prematuro,
o   la necesidad de intervención médica durante el parto
o   la experiencia negativa de parto.

Efectos nocivos en el desarrollo de los infants,  deterioro en la relaciones familiars y destete prematuro también han sido asociados a la presencia de un trastorno afectivo y de ansiedad en la etapa perinatal.


Los trastornos emocionales durante la gestación y el posparto son tratables PERO tienen que ser identificados y referidos a un especialista.


EDUCATE, PREGUNTA, REFIERE.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Conoce mi trabajo



Trabajo con el momento de la concepción, gestación, parto y puerperio de la madre. Entiendo este período como un cambio vital que produce una transformación a nivel psíquico y emocional en la mujer que va a ser madre. Estos cambios impartan a su entorno y a sus relaciones más íntimas.

Ofrezco psicoterapia individual y de pareja para trabajar: 
  • Dificultades en la concepción. 
  • Reducción de ansiedad y miedo durante la gestadión y frente al parto. 
  • Proceso emocional y de ajuste a la gestación y el posparto. 
  • Consciencia e integración del parto y cesárea. 
  • Parto traumático. 
  • Depresión y otros trastornos de estado de ánimo y ansiedad durante el posparto. 
  • Puerperio con dificultades de vínculo con el bebé, adaptación personal de la maternidad o paternidad, crecimiento personal desde la maternidad consciente. 
  • Crianza. 
  • Acompañamiento en el duelo y apoyo emocional en casos de muerte gestacional y perinatal. 


sábado, 29 de agosto de 2015

Apego a mi hija o me despego de mi...Que hago?

Comparto este escrito (con el permiso de la autora) para ampliar la discusión sobre lo complejo que puede ser la maternidad. No existe una sola manera de criar ni de alimentar. Como profesionales de la salud materno-infantil y acompañantes de madres y familias en la etapa perinatal, debemos SIEMPRE realizar recomendaciones individualizadas.

Me encuentro en una gran encrucijada...Sigo apegando a mi hija por medio de la lactancia o me sigo despegando de mi al no poder dormir toda la noche.
A lo mejor la palabra correcta no es decidí, porque la realidad es que daba por sentado que tendría una crianza de apego con mi hija. Pero, ¿que verdaderamente significa eso? Hoy cumple once meses y creo que comienzo a entender lo que eso significa. Como todo en la vida, tomarlo literal y al pie de la letra no necesariamente va a funcionar.
Llevo varias noches durmiendo unas tres a cuatro horas, gracias a mi crianza de “apego”. Ha regresado en mi la ansiedad que ya había comenzado a disiparse y ciertamente todo lo demás en la vida se trastoca. Pregunto criar con apego alias lactancia es darle la teta a mi hija cada vez que la pide. Si eso es, tengo que decir que eso la apega a mi, pero me despega de mi misma. Claro, porque si eso significa que tengo que sacrificar por un año y un mes mas mi descanso nocturno, definitivamente me va a despegar de quien soy.
No hay manera de vivir cuerdamente y en paz durante el día cuando en mi caso por los pasados once meses solo he dormido una noche de siete horas. Las demás todas accidentadas, levantándome cada dos a tres horas. Siento que me despego de mi ser cada vez que es hora de levantarme para ir a trabajar. Durante el día tengo que hacer todos los esfuerzos necesarios para volver a apegar en el ser en mi que anda vagando de cansancio en algún lugar de Bayamón (mi lugar de trabajo). Y por supuesto en esta crianza de apego el café no esta permitido, para poder coquetearle a tu ser que regrese a ti y al menos parecer un poco mas funcional.
Por un lado crecía en mi un orgullo por llevar una lactancia full y exitosa durante todo este tiempo, pero no sabia el precio que estaba pagando en mi vida y en la de mi pareja. Casi seguí ciegas los principios de esa crianza de apego, en donde tienes que estar en todo momento y a toda hora para tu hija. Y que hay de la madre? Y del padre?, de ese ni se habla. Recuerdo cuando mi hija a los cinco meses me hizo una huelga a mi teta, no sabia que eso podía pasar. Claro los educadores en lactancia, al menos los que yo tuve, tienden a enfocarse en la parte técnica. Pero, ¿quien habla o explica como se trastoca la madre en todo este proceso? Como mencione llevo once meses lactando full y pediatra de mi hija (pro-lactancia) nunca me ha preguntado como te sientes con todo este proceso y papá como se siente. La dirección siempre ha sido...no importa que...TETA....Es que tengo chikunguya y me siento super mal... TETA, es que la voy a dejar en el cuido y no estoy produciendo suficiente leche que mas le puedo dar...TETA, es que no estoy durmiendo bien y estoy bien ansiosa con todo este proceso...AH! algo no anda bien. Al fin se dio cuenta y me recomendó algo mas allá de la TETA. Hasta ese momento me preguntaba como alguien que no tiene TETA puede recomendar TETA todo el tiempo. Acaso el se ha preguntado como me siento. Claro cuando me vio como un guiñapo en su oficina y no sabia como bregar con ese guiñapo, pues ya no podía recomendar TETA y me envío donde una Psicóloga. Al menos ahí acertó.
LLEGUE AL LUGAR ADECUADO CON LA PERSONA INDICADA....Que BENDICION!!! GRACIAS MARIANELA, por darme esperanza y sobretodo regresar a mi la cordura, que había perdido en las ultimas semanas. Aun sigo con la encrucijada si lo mejor para mi hija, para mi y mi pareja es seguirla pegando por demanda como mencionan los educadores en lactancia o si toma la decisión del destete por la salud emocional de todos. 

lunes, 11 de mayo de 2015

Sin rumbo, sin camino y sin parking



Como entender que después de un embarazo tan saludable y tan bueno, se me volcaran encima tantas emociones que no sabía como manejar. Pasé nueves meses espectaculares, sin ningún síntoma de la llamada mala barriga. Dormía bien, comía super bien, nada me daba malestar, hice yoga hasta días antes de dar a luz y en las noches hacia las respiraciones que aprendi en las clases de parto. Trabajé hasta una semana antes de dar a luz. Todo estaba listo para recibir a mi criatura, al menos eso pensaba. Como llevaba años haciendo yoga, haciendo respiraciones y “meditando” pensaba que estaba más que lista para recibirla.
Tuve a mi hija en el hospital, a pesar de que en algún momento pensé tenerla en casa, la verdad es que me daba miedo esa alternativa, así que la descarte por completo. Al tener a mi hija en brazos, sentí mucha emoción, sobretodo porque durante todo mi embarazo no quise saber su sexo y fue muy emocionante descubrir que era una niña. La tuve de madrugada y cuando se la llevaron al procedimiento de rutina no podía dormir, porque mi adrenalina estaba activada. Y ahí fue cuando se activó mi primer pensamiento de miedo “Y si yo soy de esas madres que no quiere a su hija”. Toda la vida había escuchado esas historias y por un momento pensé que yo podía ser una de ellas. Tan pronto la recibí de vuelta, ese miedo se desvaneció, pero no sabia que se avecinaba un huracán de miedos y asuntos sin resolver.
Los primeros meses diría que los pasé en automático. Era despertar, cambiar pañales, dar teta, dormir, despertar, cambiar pañales, dar teta y el ciclo se repetía una y otra vez. Es casi imposible enterarte de algo, todo tu mundo gira en torno a eso. Es como si todo tu mundo se paralizara, pero a la misma vez todo se acelera de manera descomunal...no tenía tiempo para mi!!!! Eso empezó a asustarme y a llenarme de tensión. Lo comencé a sentir en mi mandíbula, la apretaba con mucha fuerza y no lo hablaba con nadie.
Silencié mis miedos, mis ansiedades y todas mis emociones, porque eso fue lo que aprendí toda mi vida, porque no tenia tiempo para hablarlo con nadie, porque no sabia como expresar lo que sentía y porque me daba susto hablar de lo que sentía...debo añadir que también vergüenza...yo era tan fuerte, como iba a ser que no pudiera con la maternidad. Se que muy dentro de mi algo me decía que no me debía sentir así, no se supone que estuviera super feliz porque al fin era madre, no se supone que estuviera rebosante de alegría con mi criatura... pues no lo lo estaba y no sabia lo serio que se estaba poniendo el asunto. A esto le añado la expectativa que todos tenían sobre mi sobre lo super madre que debía ser. Recuerdo como hoy, una noche que mi compañero se retorcía de un dolor abdominal en la casa, por el cual tuvo que ser llevado a emergencia por un vecino, mi niña me vomitó encima de una manera que me asustó mucho por la cantidad que fue y no había evacuado en todo el día...se activaron todos los miedos...y si enfermaba...y si mi esposo le pasaba algo y yo me tenia que quedar sola cuidando de ella y si a mi me pasaba algo, que iba a comer ella...etc, etc.....a esto le añado que el niño que vivía en el apartamento de abajo había muerto ese mismo día y yo escuchaba cuando la madre gritaba pidiendo auxilio. Ah, no puedo olvidar añadir que el novio de mi ahijada hacia unos días había muerto a raíz de un accidente de tránsito...tanto dolor a mi alrededor, tantos miedos!!!! Y yo seguía en silencio!!!
Un día no pude mas y le dije a mi esposo, voy a buscar ayuda no me estoy sintiendo bien. Como el siempre me ha visto tan fuerte, me dijo Ah bueno yo creo que tu lo puedes manejar, pero si quieres, pues te apoyo. Buscar ayuda adonde no sabia a donde ir, pensé en llamar a mi
ginecólogo para decirle como me sentía, pero por miedo lo descarté. A quién llamo, con quién hablo, no sabía y como me sentía seguía empeorando. Llamaba o escribía a cuanto sitio encontraba en internet, que entendía que me podían ayudar, pero no recibía respuesta. Hasta que un día decido llamar a mi doula y esta me recomendó una psicóloga muy asertiva, así la describió ella.
Luego de varias sesiones, y no sentir mejoría y mucho dinero invertido, decidí no regresar mas utilizando el factor económico como lo determinante. Nunca recibí una llamada de su parte para negociar tarifa, al menos eso espere. Como siempre he sido fuerte y bastante elocuente, ella ni se enteró en las cinco o seis sesiones que tuvimos de lo de lo mal que me sentía. El tiempo seguía pasando y yo no recibía el tratamiento adecuado, pero a donde ir, no sabía. Comenzaron las noches de insomnio, ahí dije...tengo que volver a buscar ayuda esto se está complicando y decidí regresar donde una psicóloga que me había atendido hace mucho tiempo. Su intervención fue desacertada también, solo me dijo tu lo que necesitas es dormir... empieza a tomar melatonina y has un plan de descanso con tu pareja. Si me necesitas me llamas. Recuerdo que en esa única cita, llegué a decirle que hasta había sentido miedo de volverme loca, ella se rió y me dijo eso no te va a pasar, eres de las personas mas cuerdas que conozco.
Así que salí de allí sin rumbo sin dirección y con todos mis asuntos sin un parking donde guardarlos, ahora estaban ahí todos mis miedos al descubierto, todas mis inseguridades y todos mis asuntos sin resolver!!!!! Y ahora que hacer con todo eso y sin AYUDA!!! Recuerdo que planificaba encuentros con mi amigas madres para que habláramos sobre eso, pero ninguna hablaba sobre lo mal que se sentía y yo no tenía el valor para decirles me siento HORRIBLE!!! Al verlas a ellas manejándolo todo tan bien y felices, no me atrevía ponerme al descubierto para decirles lo mal que me sentía. Peor aun cuando hablaba con otras personas y me decían hay tienes que estar super feliz con esa niña, de donde sacar el valor para decir NO, me siento HORRIBLE y la cosa se complicaba porque no podía mirar a mi niña y sonreírle en paz porque estaba tan tensa, tan ahogada y sin tener con quien hablar. Mis horas de sueño cada vez eran menos, mis pensamientos de que nunca iba a mejorar cada vez eran mas, el pensar que me estaba volviendo loca se apodera por horas en mi cabeza, pensamientos intrusivos de hacerle daño a mi niña me desconcertaban mas aun y pensar en hacerme daño a mi me llenaba de terror....lo único que era capaz de hacer era pedirle a Dios que no me permitiera hacerle daño a ella ni a mi...esa no era yo, la ansiedad aumentaba y lo peor de todo que lo antes me funcionó, ya no servia. No había clase de yoga que me relajara, no había respiración que me hiciera dormir.
Luego de cinco meses en casa y cuando se acercaba la fecha de regresar a trabajar mi mamá que se había ofrecido en cuidarla, se echó hacia atrás. Jamás pensé que la ansiedad tuviera una dimensión TAN GRANDE!!!! Donde entonces iba a dejar a mi hija, tenía que regresar a trabajar. En esos días mi ansiedad estaba tan descontrolada que decidir que quería comer me generaba tensión. Recuerdo que mi esposo, me preguntaba que quieres que te haga de comer y ni eso podía responder.
Pues comenzó la tarea de buscar cuidos, visité alrededor de 6 cuido y como era de esperarse ninguno me convencía. Así que se me ocurrió la brillante idea de que la hija de una amiga cuidara de mi Luna. Sí una chica de 22 años que no tiene hijos y que me relaciono muy poco con ella. BINGO, ese primer día fue un desastre, me llamaron al trabajo porque Luna no paraba de llorar desconsoladamente. Me fui corriendo para casa y la despaché. Le dije que la
llamaría cuando me decidiera que iba a hacer, esa tarde decidi no traerla de vuelta. Al otro dia amanecí con mi niña en el cuido mas cercano a la casa con el propósito de matricular a mi niña. Yo andaba desesperada, perdida!!! no sabia si eso era lo mejor...no tenia respuestas, las buscaba y no las encontraba, eso era lo mas desesperante. Eso era algo que no conocía, siempre había buscado respuestas y siempre las recibir y ahora no...., tenia un miedo horrible a todo. Pensar en lo que haría en los próximos minutos me preocupaba, me asustaba. Pensar en que tenia que cocinar, era una tarea GIGANTE que me aplastaba, no sabia si queria comer, si podia cocinar, si iba a poder hacer una comida para mi y mi esposo. Me sentía tan impotente y me exigía a mi misma, porque no eres como antes,,,no sabia lo que pasaba, nadie me había hablado de esto!!!! Por momentos era como si una fuerza bien grande que nada tenia que ver conmigo se hubiera apoderado de mi y yo no era capaz de combatirla y mucho menos ponerla en palabras, pero me seguía levantando y “funcionando”.
En muchos momentos pensaba y entendía con gran compasión como muchas personas huian de esa responsabilidad de ser padres. Si han sentido lo que yo sentía, no los culpo por no querer afrontarlo.
Luego de dos semanas de trabajo...BOOM!!! Me enfermo con chikungunya, Luna se enferma con su primer catarro y le comienzan a salir los dientes, por lo que estuvo febril unos días y para colmo me hizo una huelga de la teta...OTRA cosa nueva para mi!!!!! No quería mi TETA!!!! Se iba a morir de hambre, se desihidrataría!!!!, porque aun no comía sólidos por completo!!!!! Regresó la ansiedad y el desespero y yo seguía en silencio!!!! Llamadas de emergencia al Pediatra, demasiado radical con la lactancia, que lo que hacían era ponerme en mas tensión!!!! llamadas a gente que ni conocía, para que me dijeran que hacer con la alimentación de mi chica, me recomendaron de todo, el sinnúmero de profesionales y gente que llamé...que hice NADA, si NADA porque mi estrés se mezclaba con susto y me paralizaba. Pero decidi llevarla a su Pediatra un lunes y cuando le dije como estaba, el me dijo “eso que siente no es normal” la voy a referir con una Psicóloga que se especializa en post parto y me dio su número. Yo me sentía tan mal que no esperé a llegar a casa, la llamé desde el pasillo de la oficina del doctor. Recuerdo estar sentada y oír una voz dulce al otro lado del teléfono que me decía como te ayudo. Le explique que el Pediatra de mi hija me había dado su número. Recuerdo explicarle como me sentía y decirle estas palabras “yo no soy así, me siento bien mal” y ella me dijo te entiendo. Al otro día estaba en Fajardo con una gran amiga que me acompañó a la oficina de la Psicóloga.
Empecé a ver luz, me había topado con un angel, bueno una angela, una mujer serena, dulce y amorosa que escuchó con toda la ternura del mundo cada detalle de lo que contaba. Me escuchaba con amor, con interés con empatía. AY!!!! Que importante, bueno y saludable fue para mi llegar hasta su oficina. Me explicó que todo lo que estaba sintiendo era normal, pero debíamos trabajarlo y por supuseto que estuve de acuerdo! HABIA LLEGADO AL LUGAR ADECUADO CON LA PERSONA INDICADA....Que BENDICION!!! Mi regreso a San Juan fue una maravilla!
Podría decir que volví a la normalidad. Esa visita a la Psicóloga, me trajo tanta PAZ!!! Todo parecía engranar nuevamente, aunque las cosas que no engranaban antes aun estaban ahi, pero ciertamente el desespero y la angustia se habían ido. Fueron varios meses que me comprometí con mi tratamiento y que aun se asoman algunos pensamientos desconcertantes, nada como los que sentía al principio. El trabajo con ella, fue clave en mi recuperación y tengo un gran compromiso con seguir compartiendo mi historia, para seguir sanando y liberando emociones, así como poder ser eco de muchas madres que sufren en silencio por no entender lo que ocurre y por miedo a hablar. 
Publicado con permiso de escritora