Es díficl articular los cambios y retos que experimenta una madre comenzando el día que por primera vez carga a su bebé en sus brazos hasta que este cumple su primer año. Este periodo se le conoce como el posparto. Y nos debemos poder preparar para esta etapa así como nos preparamos para el embarazo, el parto y la lactancia. Mientras que es importante conocer los cambios fisiológicos de la etapa del posparto, el profundizar en la emoción y los sentimientos relacionados a esta periodo es vital para afrontar el mismo.
En el aspecto emocional el posparto debe ser conmemorado como un tiempo especial en la vida de la madre. Es el momento de mayor ajustes para la pareja y para la madre particularmente. Es un momento de sanar, de autocuidado, de aprendizaje, de reacomodo de roles, de re-asignación de prioridades, de sentimientos nuevos y de responsabilidades compartidas.
Cada mujer experimenta la etapa del posparto de una manera individual. Aunque existen unos factores de riesgo no son determinantes de un buen o un mal posparto. Ni siquiera un buen parto puede augurar un buen posparto, ni un mal parto un mal posparto. Y es que el posparto no depende del parto, el posparto depende de nuestra vida. De lo que somos y dejamos de ser, de lo que creemos y no creemos, de lo que conocemos de nosotras, de los que nos rodean, y a la vez, de todo lo que desconocemos.
En un estudio cualitativo realizado por Deborah R Ledley para su libro Becoming a Calm Mom (2009), ella identifica 12 áreas de mayor estrés en la etapa de posparto.
- Deprivación de sueño
- Aislamiento
- Lactancia
- Sentimientos de frustración, incertidumbre e inadecuacidad
- Llanto frecuente del bebé
- Sentido abrumador de responsabilidad
- Pérdida de independencia
- Desbalance en el cambio de la vida de mamá versus la vida de papá
- Preocupación sobre el ser una “buena” madre
- Miedos irracionales sobre el bienestar del bebé y su cuidado
- Consejos constantes de otros
- Cambios en la percepción corporal y la sexualidad.
El conocer las fuentes principales de mayor estrés en esta etapa nos permite prepararnos emocionalmente para la misma. El mejor momento para empezar a prepararse para la etapa de posparto es en la etapa prenatal.
Los primeros meses luego del nacimiento del bebe son mágicos. Tu vida será alrededor de tu pequeña/o. Anticipar tus necesidades y orquestrar el poder llenarlas antes de que el/la bebé nazca te hará sentir más preparada para la maternidad.
Si te preocupan algunas de las Fuentes de estrés aquí identificadas o sientes que puedes estar en riesgo de experimentar un posparto difícil, es importante que sepas que no es tu culpa, que no estas sola, y que existe ayuda. Las condiciones posparto son tratables y responden favorablemente a intervenciones terapéuticas
con profesionales especializados en esta área.
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