Comúnmente hablamos sobre la depresión posparto para referirnos a condiciones emocionales que afectan a la madre durante esta etapa. Sin embargo, al utilizar este termino como uno sobrilla perdemos de perspectiva y, por ende, de informar a las madres que durante el periodo posparto existen una gama de condiciones emocionales que no se limitan a la depresión.
Una de las condiciones con alta prevalencia en el embarazo y posparto es el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC).
El trastorno Obsesivo Compulsivo se caracteriza por dos tipos de fenómenos:
1- Obsesiones = Los pensamientos intrusivos recurrentes que causan ansiedad.
2- Compulsión = La urgencia para realizar actos mentales o conductas para suprimir el malestar.
En el caso de las mujeres embarazada o posparto, la principal diferencia al compararla con la población general afectada con TOC, es que tienden a focalizar sus pensamientos obsesivos en sus bebés.
La Fenomenología del TOC en el embarazo se manifiesta con los siguientes síntomas:
• Miedo de contaminación por el feto.
• Temor de estar excesivamente contaminada.
• Preocupación excesiva por la suciedad y los gérmenes.
• Conducta excesiva de limpieza y lavado de manos.
Y en el postparto:
• Pensamientos ansiosos de hacerle daño al bebé (tirar al bebé por las escaleras, de equivocadamente introducirlo al horno de microondas).
• Miedo de que el/la bebé muera, rituales compulsivos de vigilancia.
• Miedo de ser muy posesiva.
• Conductas evitantes (miedo de tener cuchillos al alcance de su mano, de quedarse sola con el bebé).
Los síntomas típicos del TOC afectan negativamente la rutina diaria de la mujer que padece este trastorno. Los rituales que muchas mujeres establecen para poder afrontar y lidiar con sus pensamientos obsesivos les consumen demasiado tiempo e interfieren en sus actividades cotidianas. Estos pensamientos y rituales las plagan de culpa y sentimientos de que no pueden ser buenas madres. Esto puede resultar en aislamiento, dificultades interpersonales y depresión. Estos pensamientos y conductas tienden a llevar a la persona a un gran estado de ansiedad. A pesar de que las mujeres que padecen este trastorno pueden llegar a ser propensas a desarrollar pensamientos bizarros; las mismas son absolutamente conscientes del hecho de que sus pensamientos no son normales. No obstante, algunas mujeres que padecen dicho trastorno se muestran resistentes a pedir ayuda, por miedo a que otras personas puedan llegar a mirarlas con desprecio, a causa de sus peculiares pensamientos y temores.
No dejemos que estas madres sufran en silencio. Comparte la información.
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